Ese 'articulito' modificaría parte del corazón de la Ley 789 del 2002, calificada por las centrales obreras y académicos como una dura reforma laboral contra los trabajadores, y defendida por el Gobierno porque, argumenta, propició la creación de empleo cuando el país trataba de salir de la profunda recesión de tres años atrás.
El artículo 25 de dicha ley amplió la jornada diurna laboral de 6 de la tarde a 10 de la noche, cuatro horas durante los cuales los trabajadores no devengan horas extras nocturnas, ni cobran recargo.El proyecto vuelve al horario diurno anterior que, de convertirse en ley, obligaría a las empresas a pagar el recargo del 75 por ciento después de las 6 p.m. y el 35 por ciento más por los turnos nocturnos.
Voces en pro y en contra
Para el ministro de la Protección Social, Diego Palacio, "no es el momento de modificar las reglas de juego en el tema laboral, porque en medio de esta crisis se termina desestimulando la inversión que el país necesita".
Para el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Tarsicio Mora, la Ley 789 aumentó las ganancias de los empresarios a costa de los trabajadores y no se generó más empleo.
Fuente: El Tiempo
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