La Procuraduría señala que los espectáculos de la tauromaquia y de riñas de gallos son ante todo, expresiones culturales y artísticas de Colombia, ámbito en el cual se “tolera la crueldad” contra los animales que ellas conllevan.Dice el concepto, que estas prácticas han contribuido a la convivencia pacífica de las sociedades ya que les ha permitido a sus miembros desfogarse racionalmente de los inconformismos que han incubado a partir de las realidades que les ha tocado vivir.
El pronunciamiento fue hecho en desarrollo de una demanda de constitucionalidad sobre el Estatuto Nacional de Protección de los animales.
Sustenta su pronunciamiento, en que existe otra serie de prácticas deportivas de contenido cruel que también son permitidas como el boxeo y la lucha libre. Agrega que terminar con este tipo de eventos se caería en un estado de intolerancia contrario a la convivencia pacífica.
Es una contradicción que mientras buscamos un país en paz haya gente capaz de torturar publica y abiertamente a estos animales. Los argumentos de la procuradoría dejan de lado el hecho de que la cultura cambia y que, en Colombia, la mayoría de ciudadanos rechazamos esa práctica. CONTRA LA TAUROMAQUIA. "TORTURA, NI ARTE NI CULTURA"
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