Cientos de personas disfrutan de esta actividad cada sábado de agosto, como parte del programa 'calles veraniegas' en los que grandes sectores de ruidosas avenidas son cerradas a los vehículos.Una vez se impide el tráfico de carros, tres grandes contenedores de basura se transforman en piscinas y son ubicados en Park Avenue.
Esa ha sido la razón para que neoyorquinos y turistas esperen desde temprano en fila con tal de acceder a una de las tres sesiones en las nuevas piscinas-basurero, cada una de las cuales mide 6,7 metros de largo por 2,4 metros de ancho.
En las piscinas se ofrecen sesiones de 20 minutos, además del uso de vestidores, duchas al aire libre, hamacas y sillones. Las piscinas, que están revestidas en plástico y rodeadas por una cubierta, estarán abiertas por uno o dos sábados más en Park Avenue, rodeadas por torres de oficinas y a la sombra del centro ferroviario de Grand Central Terminal.
haii muchas cosas interesantes pero la verdad no lo que yo buscaba
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