Si una de las mil millones de personas que segun la ONU padecen hambre en el mundo, estuviera durante 15 minutos en una de las cuatro cafeterías de la Universidad de Delaware (USA), probablemente se indignaría al ver cómo decenas de manzanas, porciones de pizzas, paellas recién servidas, ensaladas de pollo y carnes al carbón terminan en la basura sin un mordisco ni una cucharada ni alguna aparente señal de descomposición.
Un estudio realizado por la fundación Inform, que busca generar prácticas ecológicas, revela que los cerca de 14 millones de estudiantes, matriculados en más de tres mil universidades de Estados Unidos, producen anualmente 3,6 millones de toneladas de desperdicios, que representan el 2 por ciento de la basura total del país. De esas toneladas, se estima que entre el 10 por ciento y el 20 por ciento equivalen a comida.
Al sumar los desperdicios de los hogares, las universidades, los restaurantes y los supermercados, lo que se formaria es una montaña de casi 50 millones de toneladas de alimentos desperdiciados anualmente en todo el país del norte
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