El carro se ha llevado por delante al ciudadano y lo ha desplazado. Antes de la existencia del carro, el espacio público lo ocupaban los ciudadanos, sin restricciones. Ahora somos peatones y no ciudadanos.
Hoy hay que devolverle al ciudadano su carta de naturaleza, que no debió perder nunca. la única forma de resolver los problemas de
movilidad es con soluciones alternativas y no hay otra que el transporte público. Como hacerlo, es muy sencillo: apretándole el bolsillo a los conductores, con peajes indirectos -donde el parqueadero le cueste mucho dinero- o con peajes. El mismo mercado, con el incremento del precio de los carburantes, le apretará también el bolsillo.
La movilidad es el factor que mayor volumen de gases de efecto invernadero genera para el cambio climático. Tenemos que dar soluciones inmediatas. A esto se suma que hay miles de personas que mueren al año en las ciudades a causa de la contaminación atmosférica. Hay que darle la vuelta a esta situación. Eso sí es pensar en el progreso. Nos toca entenderlo de una vez por todas.
No se puede hacer algo en contra de las personas que se movilizan en carro si previamente no se han hecho las inversiones necesarias para que estas puedan utilizar un transporte público alternativo y eficiente. Por eso hay que desarrollar el transporte público con una combinación de TransMilenio con metros, tranvías, bicicletas y traslados a pie. Esto se debe y se puede hacer en una ciudad como Bogotá.
Hay que anticiparnos ahora a la solución. ¿Cómo? Pues deberá hacerse un esfuerzo sobrehumano para diversificar el transporte público. Hay que buscar modelos que permitan combinar el transporte público con movimientos a pie y en bicicleta. Eso, queramos o no, va a ser así.
La solución es hacer uso de todas las formas de transporte.
Salvador Rueda, Español, Experto en Ecología Urbana (El Tiempo - Colombia)