Con apoyo a proyectos forestales o de conservación, está naciendo en Colombia una oportunidad para que las empresas compensen la contaminación que causan al medio ambiente. Se trata del proyecto Mitigación Voluntaria de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero, que acaba de lanzar la Fundación Natura y que une dos sectores aparentemente opuestos: el ecológico y el bursátil.
La idea es diferente a otras en las que cada empresa debe invertir millones para crear una estrategia de reducción de carbono propia que debe ser avalada por Naciones Unidas (ONU).
En este mercado, los gremios pueden equilibrar voluntariamente sus emisiones apoyando proyectos de conservación de bosques, procesos productivos sostenibles o de deforestación evitada (Redd), liderados por comunidades.
Así, la empresa de cualquier sector interesada en compensar su contaminación podrá comprarle a ese proyecto forestal o de conservación una Unidad de Reducción de Emisiones Verificadas (VER), que funciona como un certificado que demuestra que aquel proyecto forestal reduce una porción de gases de efecto invernadero con la reconstrucción de zonas afectadas o ejecutando acciones para prevenir la tala o la contaminación de ríos o quebradas.
Luego, la firma que adquiera ese VER, lo podrá transar o negociar en la Bolsa de Valores de Colombia. La iniciativa está abierta incluso para alcaldías, universidades o una persona del común que pueda calcular su huella de carbono (las toneladas de dióxido de carbono que emite al conducir un vehículo o viajar en avión) y quiera resarcirlas apoyando un proyecto de siembra de árboles. De esta forma, puede compensar esas emisiones al capturar con las plantas la misma cantidad de carbono que emite.
La idea es diferente a otras en las que cada empresa debe invertir millones para crear una estrategia de reducción de carbono propia que debe ser avalada por Naciones Unidas (ONU).
En este mercado, los gremios pueden equilibrar voluntariamente sus emisiones apoyando proyectos de conservación de bosques, procesos productivos sostenibles o de deforestación evitada (Redd), liderados por comunidades.
Así, la empresa de cualquier sector interesada en compensar su contaminación podrá comprarle a ese proyecto forestal o de conservación una Unidad de Reducción de Emisiones Verificadas (VER), que funciona como un certificado que demuestra que aquel proyecto forestal reduce una porción de gases de efecto invernadero con la reconstrucción de zonas afectadas o ejecutando acciones para prevenir la tala o la contaminación de ríos o quebradas.
Luego, la firma que adquiera ese VER, lo podrá transar o negociar en la Bolsa de Valores de Colombia. La iniciativa está abierta incluso para alcaldías, universidades o una persona del común que pueda calcular su huella de carbono (las toneladas de dióxido de carbono que emite al conducir un vehículo o viajar en avión) y quiera resarcirlas apoyando un proyecto de siembra de árboles. De esta forma, puede compensar esas emisiones al capturar con las plantas la misma cantidad de carbono que emite.
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