Los estudios ambientales deben incluir la diversidad cultural para que los desarrollos sean sustentables.
Colombia es un país biodiverso a nivel natural, primer puesto en orquídeas, tercero en anfibios las estadísticas nos llevan a los primeros lugares después de Brasil, pero resulta que la diversidad cultural casi nunca se tiene en cuenta y también es un potencial ambiental muy importante. El país cuenta, por ejemplo, con 82 grupos étnicos diferentes, casi todos con su lengua y dialectos. Todos los indígenas tienen sus saberes ancestrales y una serie de formas de manejo de los recursos naturales muy interesantes.
En el país tenemos todavía 65 lenguas indoamericanas, que es una diversidad alta en proporción al territorio que tenemos, pero lo más particular es que, genealógicamente hablando, son 13 familias y 21 estirpes, o sea, comparado al resto del mundo nuestro país tiene una diversidad absolutamente alta, así como se tiene en la parte biológica, ecosistémica y genética.
En este sentido un estudio ambiental que no contemple lo cultural o lo social está incompleto. Cuando se hace un buen estudio ambiental, este se preocupa por el estudio de la interrelación entre cultura y entorno. Lógicamente lo cultural tiene tanta importancia como el entorno, porque lo cultural afecta el entorno y el entorno afecta a lo cultural. Es la unión de esas dos esferas lo que da como resultado la sociedad y su cultura.
Colombia es un país biodiverso a nivel natural, primer puesto en orquídeas, tercero en anfibios las estadísticas nos llevan a los primeros lugares después de Brasil, pero resulta que la diversidad cultural casi nunca se tiene en cuenta y también es un potencial ambiental muy importante. El país cuenta, por ejemplo, con 82 grupos étnicos diferentes, casi todos con su lengua y dialectos. Todos los indígenas tienen sus saberes ancestrales y una serie de formas de manejo de los recursos naturales muy interesantes.
En el país tenemos todavía 65 lenguas indoamericanas, que es una diversidad alta en proporción al territorio que tenemos, pero lo más particular es que, genealógicamente hablando, son 13 familias y 21 estirpes, o sea, comparado al resto del mundo nuestro país tiene una diversidad absolutamente alta, así como se tiene en la parte biológica, ecosistémica y genética.
En este sentido un estudio ambiental que no contemple lo cultural o lo social está incompleto. Cuando se hace un buen estudio ambiental, este se preocupa por el estudio de la interrelación entre cultura y entorno. Lógicamente lo cultural tiene tanta importancia como el entorno, porque lo cultural afecta el entorno y el entorno afecta a lo cultural. Es la unión de esas dos esferas lo que da como resultado la sociedad y su cultura.
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